Viene la dama de la capa blanca,
con su tul de seda me cubre
hace que todo se distorsione.
Solo aparecen las imágenes homogéneas
esas que crecen y no tienen una forma compacta
Me mira profundamente
esculcando mis huesos
Me da sus callosas manos
solo para darme bocados de la tumba
Explora entre mi estomago,
ahora que solo es una nuez abierta
Esa que sangra por sus propias heridas.
mis músculos que no absorben alimento,
por donde la sangre quiso despedir el dolor
Las líneas que forman en todas sus dimensiones,
la abandone entre la abundancia de Baco
Culpa pagada en el remolino de la losa
no puedo ver su piel de nieve
sin tocar mi vientre hinchado
Trae entre ella un incienso de soledad,
un calvario que paso por entre el comedor.
llego a llevarme a construirme un sepulcro
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